El pasado sábado 8 de diciembre, Madrid recibía la visita de uno de los festivales más destacados del ámbito europeo de los últimos años. El holandés Don’t Let Daddy Know llegaba por primera vez a la capital española tras viajar por medio mundo para celebrar en IFEMA, una edición muy especial que acogió a algo más de 5000 asistentes en torno a un cartel muy llamativo cargado de estrellas internacionales de la electrónica.
El Pabellón número 8 de IFEMA sería el que acogería este festival, el cual abrió puertas a las 20:00 de la tarde y dio el pistoletazo de salida oficial a las 20:30 con la actuación de la dj madrileña RADNESS. Camisetas, banderas y merchandising de los grandes protagonistas de la noche (en especial Tiësto, Dondi y Third Party) invadían progresivamente la pista de baile, donde no faltaría tampoco representación de múltiples países a lo largo de toda la noche con banderas de España, Alemania, Portugal, Argelia, Francia, Colombia, Bélgica, Grecia, Suiza o incluso Estados Unidos.

El recinto contaba con una amplia zona VIP frente al escenario, servicio de barras tanto al frente como a los laterales del propio escenario, varios roperos que funcionaron con fluidez (solo en un momento se llegó a formar una larga cola, pero no duró muchos minutos), diversos aseos (tanto del propio recinto como otros suplementarios de FERSA) y algunos puestos de restauración y merchandising que acompañaban al escenario, el cual no defraudaba, pero tampoco dejaba una gran impresión en un público que quizás esperaba una mayor decoración y puesta en escena. Esto se agravó aún más cuando el sonido comenzó a ofrecer bastante distorsión en especial a partir de la actuación de Third Party, algo que no permitió disfrutar al 100% de la música a los asistentes, los cuales además debían estar frente a la parte central del escenario, ya que la situación empeoraba hacia las zonas laterales, donde la distorsión y eco del recinto era bastante amplia pese a estar a tan sólo unos metros del escenario.
Eso sí, en todo momento quedó patente que este evento fue una reunión de los fans más apasionados de la electrónica, quienes disfrutaron de principio a fin de un espectáculo de primer nivel alejado de postureos (o al menos no tan abundantes ni evidentes como en otro tipo de eventos). Durante la actuación de Radness y posteriormente de GAVIN MOSS el recinto comenzó a acoger a los asistentes que empezaban a bailar, cantar y saltar con temas reconocidos que ya se estaban dando cita en la noche. El joven y talentoso barcelonés, que nos dejó buenas sensaciones con su actuación, dejaba paso al show de LUC LOREN, el cual se vio acompañado por un cuerpo de baile de 4 bailarinas a las que en ciertos momentos él mismo se llegaría a unir. Con vocales reconocidas de diversos géneros y un set variado que animó al público sin cesar, Luc Loren dejó patente su personalidad a los platos y dejó todo listo para la llegada de los artistas internacionales del festival.

El joven MIKE WILLIAMS abría la veda internacional a las 00:00 de la noche. Con un ambiente agradable y ansioso de disfrutar de las grandes estrellas de la noche (muy buen rollo entre los asistentes), el holandés subía al escenario para demostrar por qué es uno de los nombres de moda en el EDM con tan sólo 22 años. Con su inconfundible estilo en torno a ese EDM con influencias del Big Room más melódico y del Future House, Williams comenzó a exponer los temas más afamados de su repertorio tales como Calabria, Get It Up, You & I o el más reciente Wait Another Day. De igual forma presentó algunos nuevos trabajos como sus colaboraciones con Tiësto, Mesto o Hardwell. La música de Avicci también haría acto de presencia durante su set en forma de homenaje, siendo algo que se repetiría en el resto de actuaciones de la noche.

Tras una hora de energía en torno al EDM más mainstream llegaba el turno de una de las actuaciones más esperadas de la noche. Tras una introducción audiovisual del festival, el dúo británico THIRD PARTY ocupaban el lugar a los platos para deleitar al público con su potente sonido groove y sus emotivas y mágicas melodías progressive. Durante 60 minutos (a algunos se los hicieron cortos) el público festejó una actuación de mucho nivel que como decimos se vio algo estropeada por el sonido, pero que aún así dejó a los asistentes con una sonrisa de oreja a oreja, con alguna lagrimilla y pelos de punta por el camino. Free, Veins, Lions In The Wild, Everyday Of My Life, Live Forever o el reciente Remember (lanzado un día antes del festival), acompañados del despliegue visual y de efectos de humo y confeti alzaron al público hacia la felicidad en uno de los mejores sets de la noche, antes de dar paso al primer gran headliner del festival.

Uno de los mayores djs y productores de todos los tiempos como es TIËSTO (para muchos el mejor de forma indiscutible) regresaba a la capital de España por todo lo alto de la mano de este evento. El holandés llevaba consigo a una legión de fans procedente de diversos puntos de la geografía que quisieron disfrutar de su nueva visita a Madrid. A las 2:00 el público se acercó aún más al escenario y el ambiente dejaba patente que había muchas ganas por ver a Tiësto, a quien esperaban cantando la melodía de su tema Wow. Y es que como buenos fans, ya sabían de buena mano que este sería el tema con el que Tiësto iniciase sus 90 minutos de sets.

Para algunos estuvo impecable, para otros ya no es la gran figura que llegó a ser. La realidad es que ofreció un set variado donde demostró que en el EDM es uno de los más punteros. Jackie Chan, Get Loose, Split, Secrets, Wombass, Grapevine o L’amour Toujours, combinados con temas como Congratulations o Rockstar de Post Malone y clásicos como Strobe (deadmau5) o Sky & Sand (Paul Kalkbrenner) hicieron que el público enloqueciese y saltase sin parar junto al total despliegue pirotécnico y visual. Queremos destacar también que las pulseras repartidas a cada uno de los asistentes en el acceso al recinto contenían leds rojos y blancos en el interior que eran activados de forma simultanea durante las actuaciones de los djs, dejando así un bonito detalle en los brazos del público.

En forma de sorpresa, Tiësto invitó al escenario al español DANNY ÁVILA mientras sonaba su tema Cream junto Tujamo y más tarde a Mike Williams, con quien presentó la colaboración que han elaborado ambos. Los últimos minutos los dedicó a temas más rápidos agresivos como Zombie de Ran D (Grammer Flip), Tremor (Snavs Remix) o The Drop de Gammer, para finalmente terminar con Wasted, Pursuit Of Hapinnes y un remix de Levels. No estuvo mal, pero hubiese sido muy bonito un cierre con Adagio For String…
Tras la locura generada por Tiësto y sin apenas descanso era el momento de disfrutar de uno de los djs de moda en los últimos tiempos. Su compatriota DON DIABLO tomaba las riendas del festival entre aplausos y gritos de un público con ganas de disfrutar del mejor Future House. Don Diablo, genial como siempre, si que es cierto que no estuvo del todo excelso. Quizás por actuar justo después de Tiësto (algo que muchos criticaron) y quizás también porque venía justo de hacer un show en solitario de más de 4 horas en Holanda… pero lo cierto es que Don Diablo podría haber estado un pelín mejor.

Igual es cosa nuestra, pero la ocasión era perfecta para que hubiese tirado de sus temas más reconocidos (algunos de ellos se echaron en falta en su actuación), en vez de haber apostado por otras canciones menos reconocidas, sobre todo en la primera parte del set. Sin embargo, Don Diablo nunca falla y el set estuvo a la altura, con You Can’t Change Me, Cutting Shapes, No Good, Save A Little Love, Head Up, Chemicals o Momentun encumbraron otra de las grandes puestas en escena de todo el festival.
Con un público algo cansado, a eso de las 4:45 aparecía en escena uno de los dúos mas queridos por el público madrileño gracias a su gran relación con el festival A Summer Story. DIMITRI VANGELIS & WYMAN llegaron dispuestos a exprimir las energías del público con sus grandes temas.

El mejor progressive y las mejores melodías volvían a aparecer en una sesión que prácticamente (quedaba una actuación más tras ellos) ponía el broche perfecto a la cita. Born At Night, Legacy, Daylight (con Lose My Mind), Empire (con Leave The World Behind), Phantom (con I Could Be The One) y los clásicos Payback (con In My Mind) y ID2 (con Reload) hacían explotar a un público que sin duda había disfrutado durante toda la noche, haciéndolo de forma especial con los suecos gracias a esa mágica conexión y a sus excelentes melodías combinadas con vocales muy reconocidas.
El residente de la marca DLDK SEM VOX era el encargado de cerrar el festival. Durante su set tomaron protagonismo los mejores temas EDM del momento, así como algunas producciones propias como los himnos de DLDK, los cuales hicieron saltar y disfrutar a los más valientes que aguantaron hasta el final del festival.

La llegada de Don’t Let Daddy Know a España dejó unas buenas sensaciones, aunque sí que hay ciertos aspectos a mejorar de cara al futuro. Al igual que la programación y el LineUp eran realmente increíbles, sí que hubo fallos (precios desorbitados aparte) en puesta en escena, comunicación previa al festival, escasez de decoración en el escenario, fallos en el sonido (no era del todo bueno y se veía perjudicado por la distorsión y el eco), e iluminación (en algunos momentos las luces enfocaban al público a la altura de los ojos, algo que era muy molesto y obligaba a apartar la vista), y cierta incertidumbre y lío con respecto a la fotografía en el foso, donde se vivieron momentos de tensión entre fans y gente que se dedicaba a grabar los sets enteros con su móvil delante del público reduciendo la visibilidad del mismo e incluso hubo discusiones entre la gente de seguridad porque no estaba muy claro quienes podían tomar fotos y quienes no.

En definitiva, hablamos de una bonita cita de la electrónica en la capital española, donde los fans no fallaron y disfrutaron de algunos de sus artistas favoritos, los cuales estuvieron impecables y fueron lo mejor de la noche. Por apuntar un aspecto negativo destacar que muchos temas se repitieron durante el discurso del festival debido a que algunos de estos djs comparten esos mismos temas en su repertorio actual.
El propio festival ha comunicado en redes sociales que es más que posible su regreso el próximo año. Si Dont Let Daddy Know mejora y supera todos estos fallos de la primera edición (no lo decimos con mala fe, sino todo lo contrario, de forma constructiva con el fin de que los fans puedan disfrutar de un show aun mejor), y vuelve a ofrecer un cartel del mismo nivel o incluso superior, no hay ninguna duda de que el público volverá a responder en masa.

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2 comentarios en “Crónica Don’t Let Daddy Know Madrid (8/12/2018)”