La actualidad vive plenamente afectada por la epidemia del Covid-19. El coronavirus ha llevado el temor alrededor de todo el mundo tras propagarse de una forma veloz en poco tiempo. Eso sí, su tasa de mortalidad es muy baja (3’4% de los casos, la del ébola por ejemplo era de un 70%…), afectando principalmente a personas de mayor edad, con patologías y enfermedades existentes con anterioridad al virus; lo cuál no ha evitado a que el miedo avance sobre una sociedad alarmada. Y cómo podíamos esperar, ese temor ha llegado al mundo de la música electrónica: ULTRA MIAMI y TOMORROWLAND WINTER han cancelado sus próximas ediciones ante la situación en torno al coronavirus.
En la tarde-noche de ayer podíamos conocer que ULTRA anunciaba que su esperado evento en Estados Unidos finalmente no tendrá lugar ante el riesgo de contagio que supone concentrar en espacios reducidos a una masa de aficionados tan abultada procedente de todas partes del mundo. En la mañana de hoy, el otro gigante de los festivales mainstream, Tomorrowland, ha hecho lo propio con su edición invernal, la cuál iba a celebrarse en los Alpes franceses. Sin duda hablamos de dos pésimas y tristes noticias no sólo para los festivales y para todos los afectados directos que habrá (aficionados, artistas, trabajadores del festival…), sino que son medidas que afectan al mundo de la electrónica, a la escena festivalera internacional y a la cultura del ocio y el entretenimiento. Pero aún hay algo peor, la situación podría ir más allá.

¿Y ahora qué?
Si las dos marcas de festivales más importantes del mundo han cancelado sus dos próximas ediciones, ¿por qué no lo van a hacer el resto de festivales? Esta medida puede desencadenar un efecto dominó que se lleve por delante festivales de todo tipo, que ven cómo la situación ha tomado unos tintes oscuros debido a ese temor y miedo infundado en la sociedad. ¿Qué festival va a querer que entre sus aficionados haya algún caso y que se expanda entre el resto de asistentes? Habrá que ver cómo evoluciona la situación en los próximos meses para ver si se calman las cosas o si por el contrario, lo peor aún está por llegar.
Pero, ¿es esto justo?, ¿es acertada tomar esta decisión?, ¿es proporcional a lo ocurrido en otras situaciones de alarma anteriores?, ¿es lo más sensato?, ¿se nos está yendo de las manos?.
El covid19 es un tipo de gripe con una tasa de mortalidad inferior a la gripe común. A lo largo del año fallecen muchas más personas por miles de motivos a los que los festivales parecen no atender de la misma manera. No hemos visto a muchos grandes festivales cancelarse por la gripe común, o por el fallecimiento de personas por consumo de drogas, o por abusos sexuales y violaciones, o por riesgo de contagio de ETS o por otras muchas situaciones de riesgo y de enfermedades que están patentes y que son mucho más peligrosas y mortales que el actual virus.

Dicho esto, ¿hay que tomar medidas? Por supuesto que sí, no seremos nosotros los que vengamos a decir lo que debe o no debe hacer un festival y más aún cuando estamos viendo como hay colegios cerrados en Italia y cómo los eventos deportivos se están celebrando a puerta cerrada o incluso se están posponiendo y/o cancelando. Sólo el tiempo dirá si la cancelación de estos dos gigantes festivales ha sido positiva, lo cual esperemos que así sea, ya que las pérdidas y los perjuicios económicos van a ser muy elevados. Lo que sí está claro es que el temor está patente y que el coronavirus está llevando la situación a unos niveles no experimentados antes.
Por último, queremos mandar un mensaje de tranquilidad a todos, como así indican los sanitarios del país. No hay que tener miedo al coronavirus, simplemente hay que ser cuidadoso y cauteloso con las cosas que hacemos y con las medidas de higiene que tomamos. Pero ya no sólo por el covid19, sino por otras muchas afecciones y enfermedades que pueden ser transmitidas en una vida normal. El virus que más rápido se expande es el de la desinformación. Por ello, desde aquí mandamos mucho ánimo a estos festivales y a todos los artistas y aficionados que salen perjudicados.
Esperemos que de aquí a unas semanas, quizás unos meses, todo esto vaya quedando atrás y el coronavirus pase a ser un mal recuerdo donde el alarmismo fue mayor que el peligro real del propio virus.

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